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Consejos para la Vuelta al Cole
Sep08

Consejos para la Vuelta al Cole

Consejos para la Vuelta al Cole Después de los intensos meses de sol y playa, el verano va tocando su fin. Nos vamos despidiendo de las siestas interminables, las largas noches estivales, la falta de horarios… ¡Ya estamos en septiembre! Ese mes en el que toca volver a la rutina después de las vacaciones, algo que no siempre resulta fácil, ya que recuperar los horarios y los hábitos cotidianos requiere un proceso de adaptación, tanto para niños como para adultos. Si para nosotros resulta complicado, imaginad para nuestros hijos. La vuelta al cole es una fase bastante dura para los pequeños de la casa. Después de pasar 3 meses de vacaciones, sin los horarios tan estrictos del invierno, sin tener que levantarse temprano y pudiendo acostarse más tarde, los buenos hábitos alimenticios se pasan un poco por alto y tienen todo el tiempo libre del mundo para jugar y pasar tiempo con papá y mamá, es el momento de volver a las “buenas costumbres” y coger de nuevo una rutina diaria. Sin duda los días previos a la vuelta al cole y las primeras semanas de curso son difíciles de llevar para los peques. Empezar un nuevo curso siempre es un reto, nuestros hijos se enfrentan al nuevo año con la incertidumbre de no saber qué les espera y con la certeza de que el esfuerzo que tendrán que realizar para superar este nuevo curso debe ser mayor al del año anterior. Aunque también están deseando empezar para reencontrarse con sus amigos, mi hijo Guille dice que lo mejor de volver al cole es que va a ver de nuevo a su amigo Álvaro; son días de sentimientos encontrados, en los que se mezcla la tristeza por dejar atrás los días de vacaciones con la ilusión de estrenar nuevos libros y materiales o la curiosidad por cómo serán los nuevos profesores. Todo esto hace que durante estos días nuestros hijos estén más nerviosos de lo normal, y por ello los padres debemos hacer un gran esfuerzo para que puedan entrar en su rutina y este estado emocional se estabilice lo antes posible. Quizá lo más complicado es que sus ritmos biológicos vuelvan a la normalidad. Después de 3 meses yéndose a la cama y levantándose más tarde y sin horario fijo, tendrán que coger de nuevo el hábito de acostarse temprano para dormir las horas necesarias y poder rendir durante la jornada escolar. Las horas de descanso les permiten reponer fuerzas para enfrentar un nuevo día de modo lúcido y vital. Durante la etapa escolar, los padres debemos intentar que los niños duerman entre 10 y 11 horas, y una vez...

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