Bodegas Hacienda del Carche

Escrito por Lou el Nov 29, 2016 | 1 comentario

Hace unas semanas tuve la suerte de acudir a las Bodegas Hacienda del Carche, en Jumilla, Murcia, donde nos enseñaron de primera mano cómo llevan a cabo la elaboración de su vino TAUS (Tierra, Agua, Uva, Sol) y donde pudimos degustar algunas de sus variedades, que os digo yo que están buenísimas. EL día estaba preparado para pasar un día de ocio en familia; mientras nosotros visitábamos los viñedos, los depósitos, la elaboración y el posterior envasado y etiquetado, nuestros hijos pasaron una jornada la mar de divertida entre juegos de siempre y actividades relacionadas con el enoturismo con las que se lo pasaron en grande, aunque mi peque ese día estaba un poco pocha y no lo disfrutó como a mí me hubiera gustado, pero bueno, incluso pintó su botella de Hacienda del Carche personalizada por ella misma ¡¡una chulada!! El lugar en el que se encuentran las Bodegas Hacienda del Carche es impresionantemente bonito, un valle ideal y precioso, con una paleta infinita de colores que proporcionan los viñedos de las diferentes variedades de cultivo, y como nos hizo un día espectacular, pudimos disfrutarlo realmente al aire libre, como veis en las fotos, una preciosidad, dan ganas de quedarse allí a vivir sólo contemplando el valle del Carche. Nos hablaron de sus cepas, cómo llevan a cabo y con sumo cuidado la recolección de la uva, siempre en el momento adecuado y dejando que la fruta esté en el momento preciso, sin prisa y a su ritmo, incluso recolectando a mano cuando es necesario, lo que le confiere a sus vinos un plus que no todas las bodegas tienen. Entre las actividades que llevamos a cabo los adultos, nos propusieron adivinar diferentes aromas… ¡qué mal se nos dio en general! yo adiviné dos y os aseguro que tomándome mi tiempo para procesar la información del aroma que llegaba a mi cerebro, parece una tontería pero era dificilísimo acertar; que se lo digan a mi amiga Ana de ¿Mi Mundo? los Míos que confundió la fresa con la canela. Tras el paso por el lugar donde tienen el vino en las barricas y de contarnos cómo lo almacenan y el cuidado que llevan en ello hasta que sale a las tiendas, pudimos hacer una cata de sus vinos en forma de aperitivo; todos riquísimos pero yo, que soy de poco vino, me quedé enamorada de su vino blanco ¡buenísimo! Luego tuvimos la suerte de ser invitados a una barbacoa, rodeados de viñedos, amigos como Madres Cabreadas y Carmen Fraile y su familia, y buena comida… ¡qué más se puede pedir! Fue una experiencia muy enriquecedora que espero repetir muy pronto y de...