Ya sabéis lo mucho que les cuesta a veces comer fruta y verdura a nuestros hijos. Evidentemente, van por épocas, pero en nuestras manos está el animarles a que la consuman mucho más de lo que lo hacen. Llevo una temporada poniendo estos consejos en práctica, y os aseguro que tanto Alejandra como María están comiendo mucha más fruta que antes.
Por supuesto, siempre hay frutas que cuestan más que otras, pero todo es ponerse, y con pequeños trucos, condimentos y diferentes formas de prepararlas lo iremos consiguiendo. Ya veréis.
Algunos consejos para conseguir que coman fruta:
- Poner platos o fruteros con frutas en casa. Bien presentadas. Cuando lleguen muertos de hambre cogerán lo primero que tienen a mano. Si no lo tenemos, irán al armario de las galletas. COMPROBADO. Yo ahora siempre, antes de cenar, que ya empiezan a oler a comida pongo en la mesa cuencos con frutas que sé que les gusta y no pueden evitar comerla.
- Comer fruta nosotros. Ya sabéis, son esponjitas. Lo que nosotros hagamos, ellos lo imitarán.
- Hacer batidos de frutas ricos y divertidos y que ellos participen haciéndolo, así lo disfrutarán aún más bebiendo.
- Incorporar la fruta a todas las comidas del día cuando estén en casa. Si ponemos en el desayuno siempre bien un zumo de naranja o mandarina recién exprimido, bien un yogur con fresas, etc. se acostumbrarán a desayunar así.
- Y por qué no, enseñarles que los bizcochos de frutas caseros están realmente buenos y de paso podemos complementar con ellos ese rico desayuno o esa deliciosa merienda (carrot cake y el de naranja y yogur son los que más gustan en casa). Mucho mejor los bizcochos caseros con frutas y aceite de oliva hechos en casa que comprados. También podemos hacer postres de fruta tan ricos como esta deliciosa tarta tatín, una de mis favoritas, o lo que se nos ocurra. Aunque hay que tener en cuenta cuando son más pequeños que la textura de la fruta horneada no siempre les gusta. Mucho mejor en bizcocho o muy troceadita.
Algunos pequeños trucos:
- Los kiwis amarillos frente a los kiwis verdes. Los verdes les costaba Dios y ayuda tomarlos, si acaso por obligación y con la cancioncita de fondo «mamáaaaa, pica muchooo». Y no es plan de obligar y que le cojan manía. Así que probé con los amarillos. Fue un antes y un después.
- Las uvas sin pepitas. Las venden ya en un montón de sitios (si no encontráis me preguntáis) y les encanta. Las pongo lavaditas en un bol y antes de cenar siempre pican alguna. Lo mismo sucede con la sandía, que es una fruta que gusta a casi todos los niños, sin pepitas la comen mucho mejor. Pena que sea, en este caso, fruta de temporada.
- De vez en cuando, en alguna fruta que les guste menos, probar a espolvorear con canela o poner un poquito de miel o azúcar moreno o mezclar con leche, cereales o yogur. Poco a poco irán acostumbrándose al sabor de la fruta.
- Una buena presentación del plato. Fundamental. Ya sabéis que todos, mayores y pequeños, comemos principalmente por los ojos. Pues eso, podemos currarnos una carita divertida, tipo el plátano que sea la sonrisa, dos fresones los ojitos, un gajo de mandarina la nariz, y dos rodajas de kiwi las orejas, según las frutas de las que dispongamos en nuestra nevera en ese momento: ¡¡imaginación al poder!!. O presentar tipo brocheta, y si es un día especial podemos ponerlo con chocolate derretido para mojar. Y para los más chiquitines de la casa, si además lo presentamos en platos divertidos como los que os enseñamos en el blog, aún mejor.
Espero de corazón que os sirvan de ayuda estas ideas para que los niños coman fruta. Ya me contaréis si notáis algún cambio.
¿Vuestros hijos son de los que comen fruta casi por obligación?¿Cuál es su fruta favorita?¿Alguna idea más que pongáis vosotros en práctica que sea efectiva?
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