Ideas Decoración Despacho
Este verano pasado, mi marido decidió emplear nuestras vacaciones en realizar un pequeño «lavado de cara» a una zona de casa para que yo pudiera organizarme en un pequeño despacho, como siempre he tenido, pero que desde que nos vinimos a vivir a esta casa brillaba por su ausencia… En realidad yo prefería una escapadita…, para qué negarlo, tan necesaria para cuerpo y mente pero, para ser realistas, a todo no se puede, y bueno, ahora cada vez que veo este pequeño rincón lo agradezco.
El caso es que teníamos en casa una especie de buhardilla pequeña como zona de lavado y planchado y al otro lado un par de armarios y poco más. Pusimos suelo nuevo (tipo tarima en gris que me encanta), pintamos (en blanco) y un par de retoquitos añadidos y lo cierto es que una vez terminado se ha quedado una estancia de lo más confortable. Sólo quedaba amueblar y decorar y ya por fin está casi terminado.
Como en todo despacho que se precie empezamos eligiendo la mesa de escritorio.
Elegí esta mesa gris de Ikea ya que se adaptaba bastante a lo que estaba buscando, sencilla pero elegante, y se adaptaba a lo que tenía pensado gastarme. La lámpara la quería bonita, por supuesto, confortable y que diera buena luz, y este estilo en concreto la verdad es que me gusta de siempre, y el sillón de escritorio más que estética, que también, buscaba comodidad.
Lo mejor es que como Alejandra está en momento ponerse a escribir ella sola o hacer manualidades fiché unas sillas igualmente de Ikea Junior en fucsia que me encantaron, así que pensé en ponerlas enfrentadas a mi sitio de trabajo hasta que tengan su propio escritorio de mayores. Ya veremos si compartiremos o terminarán echándome de este rinconcito, las que tenéis hijos más mayores ya sabéis cuál va a ser el desenlace, ¿no?. Entonces, ¿mejor me hago a la idea de que acabarán apropiándose ellas de este lugar de trabajo?… #elmaravillosomundodelamaternidad 🙂 Otra opción, que considero es la perfecta, es turnarnos tipo plaza de garaje compartida. Cuando ellas estén en el cole, será mi despacho, cuando vengan a casa por las tardes, podrán ellas estar ahí. Y todos tan contentos.
Al lado un revistero de pared para poner tooodas mis revistas favoritas del momento, bueno, rectifico todas no porque necesitaría 2.000 revisteros o más para colocarlas. Desde aquí una confesión, ¡¡tengo aún revistas guardadas de cuando era jovencita!!… increíble, pero cierto. Y a veces, abro alguna caja y me siento a releerlas.
Después decoraron el papá y las niñas la pared con preciosas estrellitas que tanto me gustan, son de MyVinilo. Yo hubiera puesto muchas menos, más separadas, pero es lo que tiene hacer las cosas en familia y dejar a ellas, en este caso, ser protagonistas en un rincón de la casa. Debe ser que disfrutan mirando al cielo en las noches muy estrelladas, como yo.
A un lado, una mesa de almacenaje de Ikea de colores que fue verla y me pareció perfecta para esta zona de la casa. Me encanta el punto que le da.
Como mesa auxiliar para la impresora puse una de lo más corriente con cajones, que no me pega tanto con el resto del estilo que he ido poniendo pero ya la teníamos y había que aprovecharla y además es en blanco, aunque esto me gustaría modificarlo quizás con otra ubicación, le daré una vuelta.
Y luego una mesa «objeto-de-deseo-para-mí» mesa tipo Eames que compré en Westing Home & Living, como punto de apoyo de una cafetera de diseño Illy que me encanta.
Tampoco me pude resistir a las papeleras de Mamuky y una bandeja a juego para cartas, clips y tacos de notas, que no me pueden gustar más. De madera en rosa y verde mint con estrellas blancas.
Ni a un calendario personalizado de Susiko que nos trajeron los Reyes y no nos puede gustar más.
Para que no estropeen las peques la mesa antes de tiempo compré un tapete lavable y plastificado de Campanilla (lo encontré en Lidl). Les encanta y a mí aún más para quedarnos más tranquilas mi mesa y yo ante las manualidades de mis hijas.
Delante, una alfombra gris lavable de Lorena Canals, que tenía y que iba que ni pintada para cuando estemos Alejandra y yo concentradas y María rebozándose por el suelo.
En esa misma zona, en el rinconcito pudimos meter un sofá de Ikea pequeño en amarillo que le da un toque de color total, y como mesa de centro una básica igualmente de Ikea así como un par de taburetes.
Y lo mejor, a los lados, silla y taburete de Edición Limitada de Ikea de su nueva colección BRÅKIG (disponible desde 2 de febrero de 2015), de los que estoy totalmente enamorada. Y justo en los colores de las papeleras 🙂
No sé aún si será su sitio definitivo porque pretendo comprarme más sillas como esa y ponerlas en una mesa tipo comedor que tenemos en otra zona, y es que ¡son tan bonitas!.
Forman parte de una pequeña sala de estar que pretendemos sea de lectura, tertulias, momento café o té, que seguro nos vendrá genial para entretenernos y desconectar.
Toda la colección es espectacular. Si tuviera un Ikea al lado de casa ahí que me iba seguro a arrasar con unas cuantas cositas más. La vajilla y el cojín es también de la edición limitada BRÅKIG de Ikea que os comentaba.
Y este es mi pequeño espacio, desde donde os escribo y os escribiré espero que por muchos años más.
Está por completar, a falta de un par de láminas, una banderola o guirnalda, que me apetece mucho, y un punto ó dos más de luz, y quizás alguna estantería, pero ya está casi terminado y me hacía ilusión enseñaros porque no costó mucho dinero y el cambio es bastante grande. También me encantaría «condecorarla» con una estrella de esas de madera con luces, pero se me va de presupuesto, ya iremos viendo.
Espero que os haya gustado y que os pueda servir de inspiración.
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16 mayo, 2016
Precioso rinconcito…
17 mayo, 2016
Muchísimas gracias Eva 😀 😀 Un besazo enorme!!!!!
4 abril, 2016
Muchas gracias Planeando Ser Padres 🙂 Ya verás que en nada crece y podrás hacerte con algo de este estilo.
Un abrazo,
Bea
4 febrero, 2015
A mí me ha encantado. Yo tenía un despachito con menos gusto, pero muy cómodo y luminoso. Pero desde que mi bichilla comenzó a gatear y caminar he tenido que trasladarme al salón, para vigilarla mientras ella tiene más espacio para moverse. ¡Y lo echo tanto de menos!