Consejos y Cuidados de un Prematuro
A veces parece que no va con nosotros, creemos que a nosotros no nos pasará… pero lamentablemente no siempre es así y no siempre llegan los embarazos a término, con lo que no está de más conocer algunos consejos y cuidados de un prematuro.
Cuando nos quedamos embarazadas y nos imaginamos la llegada de nuestro bebé pensamos en ese reencuento madre e hijo piel con piel que nos llena de amor y ternura, ese gran momento tan esperado, pero… a veces las cosas no son como una imaginaba, esa escena idílica se tuerce a veces sin esperarlo, a veces unos meses antes de su llegada, como en los casos de embarazos de alto riesgo, como me sucedió a mí (en este enlace TENÉIS MI HISTORIA), otras conforme nace el bebé, ya que a veces hay sorpresas con el peso de tu bebé, a veces el margen de error es más grande de lo que se esperaba.
El caso es que todo cambia, da un giro de 180º o más, y la llegada del bebé se convierte en miedo y en ganas de que nazca sólo para saber a qué nos vamos a enfrentar.
Tras el nacimiento del bebé
Y llega ese ansiado nacimiento, a veces incluso programado, pero ahora hay que enfrentarse al mundo de las madres primerizas de un prematuro. Si has sido madre antes, de nada te sirve, todo es diferente, hay que empezar casi de cero.
Si le toca estar en nido o incubadora, después de sacar fuerzas para reconstruir tu propio corazón tras verle ahí tan indefenso y lleno de cables y sacar fuerzas de debajo de las piedras, toca coger fuerzas para enfrentarte a algunas personas del equipo sanitario, ya sabéis que cada persona es un mundo. Algunas te ayudarán con ternura, otras te tratarán como si en la vida hubieras nacido sabiendo, pero no decaigas, respira hondo, llora lo que tengas que llorar y coge carrerilla para coger toda la fuerza y más. Pregunta, pregunta y pregunta. Y si alguien no te trata con esos mimos que mereces en un momento así, acude a otra persona, siempre hay alguien que te tenderá su mano, y piensa, que mañana será otro día.
El cambio de pañal cuesta, la alimentación y la lactancia materna se tuerce a veces porque si tiene problemas de peso que es bastante probable te pueden obligar a alimentarle con lactancia artificial, pero tú sigue fuerte, y recuerda estos consejos y cuidados de un prematuro.
Algunos cuidados fundamentales si tienes un bebé prematuro
Acaricia mucho a tu bebé. Simplemente por esa ventanita agarrarle, acariciarle y cogerle la manita le hará mucho bien.
Sácalo todo lo que te dejen/puedas de la incubadora/nido (mientras no afecte a su salud) y practica el piel con piel. Siempre ponle la cabecita en la parte de tu corazón, eso le relajará y no sabes cuantos. Le beneficiará enormemente. Piel con piel, bien acurrucadito en tus brazos y cabeza al lado de tu corazón.
Cántale mucho, pero mucho mucho mucho. Yo lo hice, sin parar, siempre terminaba llorando en la última canción sabiendo que me tenía que separar de ella y que no se venía a mi habitación conmigo, pero, toca ser fuerte, intentar descansar algo y seguir para que tu bebé no te note triste.
Háblale constantemente, con cositas bonitas, describiéndole lo que le espera ahí fuera, toda la gente que le quiere y está deseando jugar con él,…
Cuando llegues a casa con él ve al pediatra y consulta todo lo que haga falta.
Pide la ayuda que haga falta
Tendrás que aprender y ayudarle a hacer caquita con masajes en la barriguita. Esto seguro te lo enseñará el médico cuando den de alta a tu bebé. Los prematuros aún están inmaduros en ese aspecto pero con ese sencillo masaje tú le podrás ayudar. También flexiona sus piernecitas para que salgan todos los gases a la vez que masajeas.
En cuanto a la postura, me da la sensación de que va por épocas… pero en mi caso me hacían ponerle de lado y con toallas como enrollada para que no se girara y hacer la cuna como más acogedora.
Los biberones prepáralos con agua del tiempo mejor que con agua caliente, ya que si es del tiempo irá menos estreñido, le beneficiará aún más.
Y para todas las irritaciones o eccemas, aunque es un consejo para prematuros y no prematuros, pero no está de más recordarlo, utiliza mucho aceite de oliva, mano de santo.
Ponle en su cuna un peluche lavable, o un pañito al que previamente hayas abrazado mucho tú para que huela todo el tiempo a ti.
No está de más aunque sea verano tenerle con calcetines, para equilibrar la temperatura corporal. Eso me recomendaron a mí al menos.
Disfruta mucho de tu bebé y esperemos que pronto los médicos den con lo que le pasa o que sea llevadero lo que le pueda suceder, o mejor aún que se cure del todo.
Disfruta de cada mirada, de cada sonrisa, de su olor, de su tacto y sé muy feliz.
Que seáis muy felices y que disfrutéis mucho juntos.
Galissea
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14 septiembre, 2015
La verdad es que no tener el bebé a tu lado y más sabiendo que le puede pasar algo tiene que ser muy duro, pero como dices en esta vida tenemos que coger fuerza e ir afrontando diferentes situaciones para alcanzar la felicidad.
Gracias, un artículo muy bonito y escrito con mucha ternura y pasión!
14 septiembre, 2015
¡¡Hola Ana!!, sí, pero ya sabes que al final sacamos todas fuerzas de donde sea.
Muchas gracias a ti por comentar.
¡Un fuerte abrazo!,
Bea