A nuestro panarra favorito y gran experto en masas @branchigarcia le ha quedado tan espectacular esta receta que ha querido compartirla con todos nosotros para que lleguemos, cocinemos y triunfemos,… ¡cuánto arte Abraham! 😉 ¿os animáis a prepararla?. No puede ser más sencillita, mirad…
El otro día estábamos en casa con unos cuantos champiñones tristones en una bandeja, y algo de cebolla, así que decidimos combinarlos para hacer una guarnición bastante molona.
Que conste que lleva vinagre de Módena, posiblemente el aderezo manos estético de la historia de la cocina (está la tinta de calamar ahí en el top 3…), y una de las mayores clavadas que nos han colado de la cocina italiana, junto con el archienemigo de cualquiera que le guste un poco el vino: el Lambrusco!.
Pues sí, somos capaces de aceptar un Lambrusco fresquito como la panacea (y precefalea) pero luego un tintorro con casera nos parece soez… jejejeje. Al final, nos colocan un vino que en el súper no pasa de 3 €, por 9€ en el restaurante, y encima contentos decimos ¡qué bien entra!. Nos ha “fastidiao”, si es un tinto de verano!!
Bromas aparte, el vinagre de Módena, ese aliño capaz de hacer que una brillante y colorista ensalada parezca que le has estrellado encima un cartucho de tinta, tiene alguna aplicación bastante chulona, como la que vamos a ver.
Es una receta de 10 minutos (mal contados).
Ingredientes:
- Media cebolla roja
- Una bandeja de champiñones, (250 g) los champis que no sean muy grandes
- Un par de cucharadas soperas de azúcar moreno
- Un chorreón (que todos sabemos que está aceptado en el Sistema Internacional de medidas) de vinagre de Módena
- Un pellizco (que también existe) de sal
- Aceite de oliva
- Cebollino al gusto
Elaboración:
- Picar la cebolla en daditos (brunoise que decía Voltaire) y pochar despacito en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen
- Mientras, vamos cortando en cuartos los champiñones (pie incluido). Como ya sabéis, y si no os lo cuento, las setas no se lavan con agua, lo suyo, si traen algo de tierras es cepillarlas. Yo suelo usar un trozo de rollo de cocina.
- Una vez esté pochada, y por tanto transparentosa, subimos un poco el fuego y salteamos los champiñones.
- Cuando haya perdido un poquito de agua, añadimos las dos cucharadas de azúcar moreno, y dejamos que forme algo de caramelo.
- En ese momento, echamos el chorrete de vinagre de Módena. Si tienes obstrucción de las vías respiratorias, huele el vapor, que el chute de acético te limpia hasta los broquiolos. (es broma! No lo hagáis! Me ha dicho un amigo, que pega un chute interesante, así que alejad el morro de allí. Que no es que yo lo haya hecho..)
- Retiramos del fuego, espolvoreamos el cebollino finamente picado (yo tengo un botecito de liofilizado y resulta bastante bien).
BONUS TRACK
Si vas pilladete de tiempo (que ya es chungo en una cosa que tardas 10 minutos) podrías sustituir los champis frescos por champis de bote, escurriendo el liquidillo.
Nosotros nos los cargamos, así, a las bravas, pero creo que con un poquito de mézclum de lechugas, probablemente quede un aliño bastante majetón.
Bueno, ya me decís si os ha gustado!!
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14 noviembre, 2016
Gracias por la receta la copio
19 marzo, 2016
Jajajaja. Me ha encantado la manera de contar la receta. La probaré. Gracias!!
21 marzo, 2016
Jajajaa!!, es que Abraham es genial Mila 🙂 Ya nos contarás 😉
¡Un abrazo!
24 marzo, 2015
Mmmmm….sin duda una forma nueva de cocinarlos que hay que poner en práctica! Gracias por la receta!!